miércoles, 21 de diciembre de 2011

CONFERENCIA EN VALENCIA

Para los que andéis por Valencia y alrededores, y no tengáis nada que hacer el 10 de enero, a las 7.30 de la tarde, doy una pequeña charla titulada "Comprender y superar el dolor: Un enfoque integral", en la Clínica Coluz, c/ Plaza del Mercado, nº 46, frente al Mercado Central, cerca de la Lonja. Allí nos vemos.

Amelia

viernes, 23 de septiembre de 2011

"Dejad toda esperanza"... de una vez por todas

"Si no hubiera ninguna esperanza de que ocurriera un milagro, ¿Qué cambios harías en tu vida hoy?"
(D. Ford)

viernes, 2 de septiembre de 2011

"Si no tratas de ser más de lo que eres, te atreverás a ser todo lo que eres."
(Thesenga)

jueves, 9 de junio de 2011

Un descubrimiento saludable

En ocasiones, nos sobreviene un ataque de lucidez y podemos observar cara a cara a nuestra propia sombra.
Descubrir, por ejemplo, hasta qué punto nos pasamos la vida manipulando a los demás, a las situaciones y al mundo para que respondan a nuestras expectativas, a nuestros intereses, al (supuesto) "bien" del prójimo o, sencillamente, a nuestra imagen de cómo deben ser las cosas.
Si conseguimos aguantar esa visión sin huir ni justificarnos, podemos, tal vez, decidir dejar que la realidad ajena sea como es y dedicarnos a nuestros propios asuntos. Amar libremente. Obrar sin manipulación.
Es entonces cuando descubrimos que no sabemos hacer tal cosa.
¡Saludable descubrimiento!

miércoles, 8 de junio de 2011

Codependencia

"Codependiente es aquél que ha permitido que el comportamiento de otra persona le afecte y que está obsesionado por controlar dicho comportamiento.

La otra persona puede ser un niño, un adulto, un amante, un cónyuge, un hermano, una hermana, un abuelo, el padre o la madre, un paciente o un amigo íntimo. Estas personas pueden ser alcohólicos, drogadictos, enfermos físicos o mentales o bien personas normales que de vez en cuando experimentan sentimientos de tristeza.
Pero la clave de la definición y de la recuperación no está en la otra persona, por mucho que así lo queramos creer. Está en nosotros mismos, en el modo en que hemos permitido que la conducta de otra persona nos afecte y en la forma en que tratamos de afectarla a ella, en la atención obsesiva y controladora, en la excesiva "ayuda", en la baja autoestima que raya en el odio hacia uno mismo, en la autorrepresión, en la ira, en los sentimientos de culpabilidad, en la dependencia peculiar de gente peculiar, en la atracción y la tolerancia hacia un extraño centrarse en los demás que conduce al abandono de uno mismo, en los problemas de comunicación, en los problemas de intimidad y en un torbellino continuo que recorre las cinco fases del proceso de duelo."
(Melody Beattie: Libérate de la codependencia)

miércoles, 27 de abril de 2011

El lugar de la verdad

Hay muchas razones para emprender un proceso psicológico.
En ocasiones, lo que se ha de trabajar es algo concreto, y bastan unas pocas sesiones para conseguir el objetivo propuesto.
Pero hay, sin embargo, situaciones en la vida en que comprendemos que hemos llegado a un límite, que nuestro mundo, ése que hemos construido, a veces, con tanto amor y esfuerzo, se derrumba. Que aquél o aquélla que creemos ser no tiene, carece de los recursos necesarios para afrontar un futuro que aparece como una pared de niebla, o como una noche oscura.
Ha llegado, entonces, el momento de un trabajo en profundidad. De enfrentar, con amor, con valor, con dolor, con esfuerzo, todo aquéllo que no hemos podido, o querido ver, en nosotros y en nuestra vida. De despojarnos de lo no-real, de lo que no somos, o de lo que ya no somos, de lo que no nos corresponde, de lo que no podemos llevar en nuestro camino al futuro.
Ha llegado el momento de la honestidad y el coraje.
El momento del descenso.
Ese descenso necesario en ciertas clavículas de la vida, en ciertos lugares del paisaje interior. Esa nekya, ese viaje subterráneo que se relata en tantos mitos, en tantos cuentos y leyendas.
El momento, el lugar de la verdad, de la muerte interior y la renovación.

lunes, 28 de marzo de 2011

La regla psicológica

"Hoy, la humanidad, como nunca antes, está dividida en dos mitades aparentemente irreconciliables. La regla psicologica dece que cuando una situación interior no se hace consciente, ocurre afuera en forma de destino. Es decir, cuando el individuo permanece sin dividir y no se vuelve consciente de sus contradicciones internas, el mundo debe expresar forzosamente el conflicto y partirse en mitades opuestas."
(C.G. Jung)

miércoles, 9 de marzo de 2011

Paciencia (y más paciencia)

Cuando no sepamos qué hacer, lo mejor suele ser no hacer nada.
¿Tenemos que tomar una decisión? ¿No sabemos cuál escoger entre varias alternetivas? Aún más complejo, ¿una parte de nosotros desea tirar hacia una, mientras que otra parte prefiere la contraria?
Hay que esperar. Esperer activamente. Afirmando nuestros deseos y preferencias contradictorios. Aguantando los dos cuernos del dilema. Quedándonos a vivir en la paradoja, sin juzgarnos ni improvisar. Aguantar la tensión hasta que, finalmente, la decisión aparece. Una decisión que con frecuencia nos sorprende a nosotros mismos. Que honra a la compleja totalidad que somos. Que trasciende e incluye .los opuestos. Que es la decisión justa, la que toca. La que nos corresponde aquí y ahora.

martes, 18 de enero de 2011

Vivir la propia vida

Vivir nuestra propia vida. Amar al propio destino, sea éste como fuere. Asumir nuestro ser y sus circunstancias como algo que debe ser vivido, como algo que, de alguna forma, "nos ha sido encomendado" y a lo que sólo nosotros podemos dar respuesta.
Nosotros, cada uno de nosotros, es un ser único. Nuestra vida, cada uno de nuestros momentos, es único. Nunca antes hubo nadie igual que viviera algo igual. Nunca jamás se repetirá en el Universo el ser que somos, ni la vida que vivimos. Cada una de sus horas, de sus segundos, es individual y precioso. Cada uno de sus retos es nuestro y debe ser afrontado por nosotros. Y su resolución redundará en nuestro aprendizaje, pero también en el de los demás.. Porque no somos criaturas separadas en compartimentos estancos. Porque la experiencia de cada ser humano es también la experiencia de todos.

Vida y aprendizaje

Una antigua práctica de sabiduría tradicional recomienda vivir como si todas, absolutamente todas las personas que nos rodean, amigos y enemigos, gente que nos quiere o que no nos quiere, fueran maestros especialistas, secretamente encargados de ponernos en situaciones óptimas para ayudarnos a crecer, madurar y evolucionar. Como si todo lo que nos ocurre o nos hacen estuviera diseñado de antemano como un entrenamiento que nos está destinado para nuestro aprendizaje vital.
Lo que me ocurre, entonces, "lo que me hacen", lo que consigo o lo que no consigo, puede gustarme o disgustarme, pero siempre constituirá una enseñanza.
¿Qué puedo aprender de esto que me pasa? ¿Para qué me puede ser útil este aprendizaje? ¿Por qué siempre me pasa lo mismo?¿Qué hago yo para provocar de continuo reacciones no deseadas en  los demás?
Son preguntas más útiles que sentirse una víctima de la vida, a la que los acontecimientos traen y llevan sin control ni consciencia. Puedo aprender de lo que me ocurre. Y, si aprendo, mi campo de libertad se amplía. Y mi vida puede cambiar.

jueves, 13 de enero de 2011

Meter (mucho) la pata

Vivir es meter la pata.
Nos pasamos el tiempo escociditos y rojos de vergüenza, o sintiéndonos culpables, o ineptos, o malvados, o estúpidos, por lo que hicimos o dejamos de hacer, lo que dijimos o lo que callamos, lo que se nos cayó, lo que rompimos, estropeamos o perdimos (personas, cosas o eventos).
Buena señal, equivocarse hasta las trancas. Quiere decir que intentamos algo nuevo. Y que, lógicamente, no nos sale. O que seguimos intentando algo que (aún) no nos sale.
En todo caso, aprendemos. Aprendemos y maduramos, y seguimos adentrándonos en partes nuevas de nuestro ser, en las que, justamente porque son nuevas, no somos expertos.
Bienvenida, pues, esa sensación compañera y familiar de meter la pata sin fin y sin fondo, sensación que, lamento daros la noticia, no se va ir, previsiblemente, nunca, pero que puede que cada vez nos importe o paralice menos.
Sería terrible no equivocarse nunca. Convertirse en algo acabado, pulido, terminado y perfecto. Sin vida, inocencia, atrevimiento ni curiosidad. Una bella estatua... de cementerio.
Mejor torpones y manazas y timidorros y atrevidos y... vivos.
Así que buenas y sonrojantes pifias para tod@s-tod@s.

sábado, 8 de enero de 2011

Pregunta para uno mismo

¿Desearía uno la propia forma de vivir a alguien a quien amara?
¿A un hijo?
¿A una pareja?
¿A un amigo querido?
Si la respuesta es "no", conviene ir pensando en hacer cambios.

Para empezar

Una recomendación importante (para empezar) a los (potenciales) lectores: No hacerse a uno mismo lo que uno nunca le haría a los demás.
Que es una interesante y poco practicada versión de la Regla de Oro.
Ojo, pues, al masoquismo.
Y a quedar atrapado por "lo que uno debe hacer".
Y a quedar (aún más) atrapado por el "personaje" o los "personajes" que representamos, y que lo están viviendo y vampirizando a uno, simplemente por inercia, o por un falso sentido del deber, o por miedo, o por...
A ver, que uno tiene, al menos, tanto derecho como el prójimo a la propia consideración.
Y punto.

martes, 4 de enero de 2011

Psicología para la vida

Este blog pretende:

 - Hablar de psicología. Mucho, de muchas formas y desde muchos puntos de vista.

- Ofrecer información útil sobre temas tan importantes como autoconocimiento, autoestima, desarrollo personal, actualización del propio potencial, equilibrio, madurez, creatividad, etc.

- Y sobre otros temas tan importantes como crisis vitales, problemas de pareja, depresión, ansiedad, estrés, miedos, enfermedad, duelo, pérdidas, etc.

- Ayudar a que se conozca (y reconozca) la inmensa importancia que, para cualquier persona, puede tener ese apasionante viaje hacia el propio ser, que es un proceso psicológico.

- Y, como su título expresa, clarificar, de todos los modos posibles, que la psicología es para la vida. Para nuestra vida. Que puede contribuir, y de hecho lo hace, a nuestro equilibrio y desarrollo, a un afrontamiento eficaz de los retos vitales y, en definitiva, a hacer de nosotros personas más sanas, conscientes, amorosas, maduras y plenamente humanas.

Gracias por vuestras visitas y comentarios.

Amelia de Sola
(Psicóloga clínica)